Mercado de Praga

Por lo general, todos los mercadillos navideños de Europa ofrecen una amplia muestra de objetos de fabricación artesana. No obstante el que se celebra en Praga, concretamente el más famoso de sus cuatro escenarios que es el que está situado en la Plaza de la Ciudad Vieja, el que se ha convertido en el escaparate de artistas y artesanos de todo tipo.

Bajo la atenta mirada de su famoso Reloj Astronómico, el casco antiguo de la ciudad de Praga se engalana con sus numerosas casetas, fabricadas con troncos de madera y se disponen a ofrecer a los paseantes un abrigo muy especial con sus productos artesanos más significativos de la República Checa, alimentos calientes y bebidas para recobrar la temperatura corporal.

Los habitantes de la ciudad son artistas muy preciosistas y de sus manos llegan a las cabañitas del mercado primorosas joyas, finísimo cristal, juguetes tradicionales de madera, cerámica policromada y las famosas marionetas checas.

La Plaza de la Ciudad Vieja

Si te dejas llevar por la muchedumbre resulta fácil imaginar cómo sería ese lugar durante a Edad Media, con las voces de los vendedores, las maravillas de los malabaristas y el bullicio del corazón de la ciudad. Ahora sólo debes proseguir el sendero delimitado por las casitas de madera blanca y acabarás frente al inmenso árbol navideño, junto al cual se ofrecen conciertos y espectáculos teatrales.

Por cierto, no nos cansamos de repetir que pruebes el delicioso vino caliente especiado y un delicioso gofre, que en estas tierras son realmente sabrosos.

Fotografías de Aktron y Karelj.
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