Cuando nos imaginamos esas ciudades oasis en medio del desierto, no podemos evitar ir con la mente hacia desiertos africanos y asiáticos, porque son los más reconocidos. Pero en sudamérica también hay una de estas joyas que no te puedes perder en un viaje a Perú, en la región de Ica que está en el suroccidente del país.
Este sitio es llamado Huacachina, que es tanto la villa como la laguna que está en medio del desierto costero del Pacífico. La pequeña ciudad está a cinco horas hacia el sur de Lima y la forma más fácil de llegar hasta allí es haciéndolo hasta la ciudad de Ica, y desde ella tomar un taxi o un mototaxi para recorrer los cinco kilómetros que las separan.
La pequeñísima población como tal es un grupo de restaurantes, bares, hoteles y otras opciones de alojamiento, que están en las orillas de la laguna y en medio de las dunas de arena. La leyenda dice que una vez al año una sirena sale de la laguna y se lleva a un hombre, existiendo para explicar la cantidad de personas que se ahogan en ella, que lo hacen principalmente por no saber nadar y por tener calambres causados por la mezcla del agua tibia de la superficie con la fría de las partes hondas.
La ciudad de Huacachina es en verdad pequeña, por lo que la mejor forma de recorrerla es caminando y lo puedes hacer en cuestión de minutos. Este lugar depende económicamente del turismo, por lo que en él te encuentras principalmente a visitantes extranjeros, quienes llegan no solo a ver las maravillas naturales, sino a disfrutar de las actividades extremas que son posibles allí.
Es por esto que recorrer las dunas en automóviles 4×4 y hacer surfing en la arena son las actividades más importantes de esta ciudad. También te aconsejo alquilar pequeñas embarcaciones para recorrer el lago si no quieres nadar, así como hacer caminatas hasta las partes más altas de las dunas en donde encuentras unos paisajes de ensueño, y ver los atardeceres tanto desde la ciudad como desde lo alto.
Fotografías de ilkerender, funkz, eder.fortunato.