El Parque Nacional Fiordland está en la parte suroccidental de la Isla del Sur de Nueva Zelanda, siendo el más grande de los catorce que existen en ese país, con un área de un poco más de doce mil kilómetros cuadrados. Este lugar está justo al lado del parque Mount Aspiring, en el sur de esta isla y es uno de los lugares menos explorados del país, por lo que se conserva tan bien hasta el día de hoy.
En este parque los visitantes pueden disfrutar de más de quinientos kilómetros de senderos, que aunque no lo recorren todo, si dan una idea de las maravillas naturales que allí se encuentran. Y es que la idea de conservación de este lugar ha intentado mantener alejado al máximo al desarrollo humano allí, para que la naturaleza se mantenga intacta y los ecosistemas sigan como desde hace años.
Hasta este Parque Nacional Fiordland se puede tomar un autobús o un automóvil de alquiler por la autovía 94, hasta Te Anau que es la entrada del parque, desde lugares como Invercargill y Queenstown. En esta población está el principal centro de visitantes, en donde están los guardabosques, que son los que dan la mejor información sobre las mejores rutas dependiendo de la temporada y del estado de los senderos.
Todo este parque es tan extenso, tan remoto y tan poco explorado que muchos piensan que algunas de las especies que se creen extintas en Nueva Zelanda se pueden encontrar allí. El clima en este lugar puede cambiar radicalmente en cuestión de horas o al caminar algunos kilómetros, así que siempre se debe estar preparado para la lluvia, y allí se recomienda ver los exuberantes bosques locales, los animales nativos, sus cascadas y algunos de sus lagos.