Las montañas Aïr, que también son conocidas como el Macizo Aïr o el Aire de Níger, es precisamente un macizo de forma triangular que se encuentra en la parte norte de este país africano, dentro del desierto del Sahara. Una parte de este lugar hace parte de la región ecológica de los bosques de Sahara Occidental, que llegan hasta los 1830 metros sobre el nivel del mar y se extienden por más de 84.000 kilómetros cuadrados.
El macizo en si tiene una altitud que va entre los quinientos y los novecientos metros de altura, lo que hace que forme una especie de isla que tiene un clima que apoya una gran variedad de vida de diferentes tipos, por lo que allí viven varias familias dedicadas al pastoreo y a las granjas que también atienden muy bien a los visitantes, cuando van a ver algunos sitios geológicos y arqueológicos que son de gran belleza.
Debido a su altura y a pesar de su baja cuota de lluvia anual, en esta forma los visitantes pueden encontrar un área un poco más verde que el desierto que se encuentran a sus alrededores, en especial después de la temporada de agosto y septiembre que es de lluvias. Las montañas que están allí no tienen vegetación y los valles son secos, pero se forman canales de agua que llevan a especies de pozos, a donde beben los animales.
Además de ver estos oasis, se recomienda ir a otras partes que casi no tienen vegetación o vida, como son aquellos desiertos cercanos con sus dunas y formaciones extrañas en la arena hechas por el viento, así como paisajes de protuberancias volcánicas y campos de rocas que parecen que fueran sacados de otro planeta. Este es un destino preferido por muchos turistas, porque pueden ver varias cosas sin moverse mucho.
Fotografías de Jacques Taberlet.