Nadie sabe por qué el ser humano es tan proclive a sentir cierto tipo de placer cuando le asustan. Es algo que sólo nos ocurre a nosotros y ninguna especie animal en sus cabales busca el miedo voluntariamente. Sin embargo nosotros hemos desarrollado incluso una forma de diversión, tanto a través del cine y los relatos, como  visitando lugares que, por alguna razón peculiar, es susceptible de provocar terror en el turista.

Es el caso de un espacio muy determinado situado al sur de la capital de México. Hablamos naturalmente de la Isla de las Muñecas de Xochimilco que, sin ninguna causa que lo sustente, produce verdadero pánico en numerosos visitantes, quienes no obstante eligen el paraje para realizar sus fotografías y experimentar a gusto sus emociones.

Xochimilco es famoso por otras razones, entre ellas su maravillosa tierra chinampera, producto de una antigua técnica agrícola de tiempos de la cultura tolteca y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987. Entre las aguas de sus canales se ofrece una de las experiencias más deliciosas para los viajeros, el paseo en coloridas trajineras.

Sin embargo, pocos son los que se abstraen y dejan llevar por el lado hermoso de la excursión, sin pasar por delante de la Isla de las Muñecas, un ‘espantoso’ lugar que la leyenda urbana ha cargado de terrores y que en realidad no es más que el producto de los delirios de un campesino de la zona, conocido por colgar muñecas de los árboles ‘para espantar a los malos espíritus y proteger las cosechas. Puede que ésta última razón sea la más certera y que la Isla de las Muñecas no sea más que un inmenso campo de espantapájaros. Aunque, quién sabe…

Fotografías de krebsmaus07, bradleyolin, cas is king, the_toe_stuber.
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