Nos vamos hasta Quintana Roo. Con razones suficientes para seducir a cualquiera, este trozo del Caribe mexicano es La Puerta del Cielo. Así por lo menos lo consideraban los antiguos mayas, quienes bautizaron lo que hoy es Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, como Sian Ka’an.

Casi 600.000 hectáreas de zona protegida y que realmente llevan al amante de la naturaleza a un viaje por un auténtico paraíso. Más de un centenar de especies de mamíferos, casi 350 especies de aves, más de un millar de especies vegetales, unos ciento ochenta mil manglares, petenes y pantanos y una fauna marina impresionante, en uno de los arrecifes coralinos más importantes del mundo.

El otro gran filón de interés para cualquier humano con dos dedos de sensibilidad son sus 23 yacimientos arqueológicos, como el de Chunyaxché, muy cerquita de Tulum, con restos incluso de 350 años a. de C.

Sin embargo, la otra cara de la moneda, como desgraciadamente suele ser habitual en estos casos, son las continuas y múltiples agresiones que amenazan un patrimonio de valor incalculable e insustituible.

Basuras, plásticos, contaminación de las aguas, sobreexplotación turística, intenso tráfico marino, extracción incontrolada de recursos naturales… Todo ello llevó a que en 1986 se constituyera la asociación Amigos de Sian Ka’an, con el objetivo de conservar la biodiversidad de la zona y recuperar los ecosistemas de la Península de Yucatán.

Fotografías de Jo Simon, ramonbaile, smilygrl, HJPD, Tim Gage.
Licencia Creative Commons y/o Public Domain
.