Tombuctú

Mezquita de Djingareiber. Foto tomada por emilio labrador

Tombuctú, también llamada Timbuktu, es una ciudad que está ubicada muy cerca al río Níger, en la región del mismo nombre en la República de Malí, en el continente africano. Este lugar tiene una larga historia de comercio que unía a la África negra de debajo del Desierto del Sahara con comerciantes bereberes e islámicos e indirectamente con los europeos, por lo que tiene fama de ser una tierra exótica y alejada.

En la actualidad, esta población no es tan rica, pero su reputación la mantiene como un destino turístico y además tiene un aeropuerto. Esta ciudad hace parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y durante varios años fue incluido en la lista de lugares en peligro, debido a las amenazas de las arenas del desierto, pero en el 2005 fue sacado de ella, por lo que se encuentra en mejores condiciones.

Entre las cosas que los turistas deben ver en Tombuctú están las mezquitas, que están cerradas a las horas de oración y el siete de abril. Entre ellas se encuentra la Djingareiber que es posiblemente la más grande y la más impresionante, la Sankoré que tiene un minarete muy hermoso y la Sidi Yéhia que no es tan espectacular. Lo bueno es que las tres quedan muy cerca la una a la otra.

Tombuctú

Construcciones de Tombuctú. Foto tomada por emilio labrador

Allí también se encuentran preservadas algunas de las viviendas que los primeros exploradores occidentales tenían allí y tienen placas conmemorativas en cada una de ellas. Igualmente se recomienda visitar el Museo de Tombuctú que tiene una buena mezcla de artefactos y arte folclórico contemporáneo, para tener una visión un poco más profunda de la historia de este lugar.

Para comprar recuerdos allí los visitantes deben ser muy cuidadosos y llevar afiladas sus capacidades de negociar. Usualmente se recomienda que en cuanto a collares, cuchillos, aretes y otras artesanías, se ofrezca un tercio del precio que el vendedor pide, todo para que al final se pueda pagar cerca de la mitad. Los vendedores también saben esto, por lo que piden mucho dinero por cada cosa, así que es mejor regatear cuando se pueda.