Centro de Biskekl. Foto tomada por Gislus
Kirguistán es una país que se encuentra ubicado en el centro de Asia y que tiene una belleza natural inigualable y unas tradiciones únicas y muy variadas. Este país es muy montañoso y son precisamente esas montañas las que se encargan de dividirlo en regiones del norte y del sur. La del norte es un poco más fría, mientras que la del sur es una parte muy fértil que se dedica a la agricultura.
A este país se puede llegar directamente al Aeropuerto Internacional Manas, que queda a unos treinta kilómetros al noroccidente de la capital Biskek desde Moscú y Estambul, desde Londres con una parada y en algunas ocasiones desde Delhi, en India, y Urumqi en China. Desde allí lo más fácil es tomar un taxi hasta la ciudad, pero hay que tener cuidado porque los taxistas saben que son los preferidos, así que algunas veces intentan aprovecharse, por lo que es mejor acordar un precio antes de partir.
Montañas en Kirguistán.
Si se quiere llegar en tren también es posible desde Moscú hasta Biskek, que sale varios días a la semana, y pasa por Kazajistán, y la mayoría de pasajeros que no pertenecen a estos países requieren una visa de tránsito, así que es mejor saber con anticipación. Y también desde algunos lugares de los países de alrededor es posible llegar hasta allí.
En la capital lo más fácil es moverse a través de la extensa red de minibuses, que son conocidos como Marshrutkas, que tienen alrededor de catorce puestos y con suficiente espacio para que quepan alrededor de diez personas de pie durante las horas más congestionadas. Estos minibuses son muy fáciles de identificar y en su parte de adelante tienen sus números y la información de la ruta, pero sólo en ruso, así que hay que tener un poco de conocimiento de cual es el que sirve para ir donde se quiere.