La ciudad de Kamakura está ubicada en la prefectura de Kanagawa, en el centro-oriente de Japón, a solo unos cincuenta kilómetros hacia el suroccidente de Tokio. Históricamente esta población llegó a ser la capital del país y en la actualidad es un buen destino turístico por sus templos, sus playas y sus sitios naturales, entre los que te invito a conocer las llamadas Siete Entradas.
Esta ciudad fue históricamente de importancia porque está cerrada en sus tres lados por colinas empinadas, mientras en el cuarto está el mar, lo que la convertía en una especie de fortaleza natural. Antes de que se construyeran los túneles y caminos por los que puedes acceder a ella en la actualidad, la población tenía siete entradas artificiales que eran las que la conectaban con el resto del país.
Las llamadas Siete Entradas, Siete Pasos o Siete Bocas, aunque no eran las únicas formas de entrar, porque también se podía hacer escalando las montañas, eran el modo más sencillo de llegar hasta Kamakura. Una de ellas es llamada el Paso Asaina o Mutsuurakuchi, que conectaba a la ciudad con la moderna Yokohama, y se dice que el superhéroe Asaina Saburō Yoshihide, la construyó en una noche, y de él sale su nombre y el de las cascadas cercanas.
El segundo paso es el Daibutsu, que está muy cerca al túnel moderno del mismo nombre, y que conecta a la ciudad con Fujisawa. Luego puedes visitar el Paso Gokuraku, que está en el camino que une a la playa de Yuigahama con Inamuragasaki, pasando por la puerta de Gokuraku-ji, y que se dice fue construido alrededor del siglo decimotercero.
El recorrido por las entradas la puedes seguir en la Kamegayatsu, que conecta lo que es en la actualidad la estación de Kamakura con Yamanouchi y que está rodeada de una gran naturaleza. Luego está la Kewaizaka que era una de las más importantes militarmente y por eso vio varias batallas, la Kobukurozaka que termina en el camino moderno hacia Yamanouchi, y la Nagoshi, que conecta a la ciudad con la Península Miura. Un recorrido por todas estas entradas te muestra una parte de la historia local, al tiempo que te permite sumergirte en escenarios naturales difíciles de olvidar.