A veces la rareza que rodea a la comida que va a ingerir el viajero no estriba en su grado de repugnancia. Lo insólito de algunos platos está en el hecho de que su ingesta pueda resultar, sencillamente, mortal. Así es, por muy descabellada que la experiencia pueda parecerle a la mayoría de los humanos, algunos pagan auténticas fortunas por comer una delicia que podría acabar con su vida en unos instantes.
Este es el caso de uno de los platos más famosos de la gastronomía japonesa: El fugu o pez globo. Su celebridad no se debe a la exquisitez de su carne, ni a propiedades afrodisíacas, ni siquiera a que la especie escasee o resulte difícil su captura. El fugu debe su fama a una potente neurotoxina.
La tetradotoxina se encuentra, en una cantidad bastante significativa, en el hígado, los ovarios y la piel del pez globo. De hecho, las cantidades presentes en este “manjar” son las responsables de varias muertes al año en el país del sol naciente y ello debido a un error en la preparación del pescado.
El peligro es real y los síntomas hasta alcanzar la muerte son bastante disuasorios: Hormigueo en rostro y extremidades, parálisis y colapso visual, colapso respiratorio y cardiovascular, parestesia, parálisis general y fallo respiratorio (asfixia sin perder en ningún momento la consciencia).
Sin embargo, los excelentes restaurantes que lo sirven contratan a maestros especialistas en su preparación que, a pesar de su destreza, en ocasiones yerran en el preparado de esta exquisitez gastronómica y un poco de neurotoxina descontrolada en el plato acaba con la curiosidad y la vida del comensal.
De todos modos la licencia para manipular y servir fugu no es para cualquiera y el maestro deberá pasar primero por un periodo de aprendizaje de entre 2 y 3 años, para después someterse a un examen oficial que consiste en una prueba escrita, un test sobre conocimiento de especies marinas y una prueba práctica en la que deberá preparar fugu y… comerlo.
Las formas más populares de ingerir el pez globo es en sahimi o en ensalada y su precio puede rondar los 300€ (unos 400$) la ración.