En el continente europeo hay varias edificaciones que están ubicadas en cuevas de montaña y que son bastante atractivas para los visitantes por su belleza arquitectónica y su historia. Si además se quiere visitar una iglesia que esté hecha en una cueva se puede ir a la de Eremo delle Carceri, que está a las afueras de la ciudad de Asís, en el centro de Italia.
Esta ermita de la provincia de Umbría, se encuentra hecha en parte en una gruta que está en el Monte Subasio que a su vez está hecha de una hermosa piedra de color rosáceo. Durante el siglo decimotercero San Francisco de Asís regresó a este sitio y utilizó esta gruta para dedicarse a la oración y a la vida contemplativa, aunque en aquellas épocas era sólo un sitio pequeño.
Con el tiempo, seguidores de este santo también vinieron a Eremo delle Carceri a hacer retiros espirituales y el propio Francisco de Asís volvió muchas veces, y de aquellas épocas quedan trozos en la ermita. A través de los siglos la edificación fue creciendo, pero hasta la actualidad los visitantes se pueden encontrar allí con la tranquilidad y el silencio rodeado de hermosos bosques y que se vivió en el pasado.
Además de esta increíble tranquilidad, este lugar vale la pena por su hermosa arquitectura de estilo medieval, así como por el arte que hay en su interior y que muestra partes de la vida del famoso santo. Normalmente todo este lugar se puede recorrer por propia cuenta, pero en ocasiones los monjes también están dispuestos a llevar a los visitantes por sus pequeñas puertas y escaleras, mientras cuentan historias acerca de la vida allí.
En una visita a este sitio recomiendo visitar el oratorio del siglo decimoquinto, el coro con sillas de madera, la Cappella della Madonna que data del decimosegundo y en donde hay una hermosa pintura al fresco de la Virgen con el niño, y la Gruta de San Francisco que era en donde este personaje realizaba sus oraciones.
Fotografías de spaceodissey, Andrepax, b.roveran, Friar’s Balsam.