Cada dos año, con la llegada del otoño y siempre en año par, en Italia se aviva la pasión por el Juego de la Oca. El estímulo y la tradición son tan grandes que el mítico juego de mesa es motivo de grandes fiestas ciudadanas a lo largo y ancho del mapa italiano. Especial mención merece Il Gioco dell’Oca en Piazza de Venecia y, el más tradicional de todos, el que se celebra en Mirano.
Suele tener lugar durante la primera quincena del mes de noviembre. Las plazas más emblemáticas de estas poblaciones se transforman en un gigantesco tablero en el que se disputan el honor los bandos y equipos participantes. Ataviados con la moda de principios del siglo XX, los jugadores se enzarzan en una animada contienda donde las ocas son las homenajeadas y los asistentes se lo pasan pipa.
Es momento para jugar, para lanzar dados coloridos y gigantescos, para degustar platillos calientes en los puestos con aire de otros tiempos, para observar cómo eran las costumbres de otras fechas, para pasear en el tiovivo y para lucir los trajes de época.
En realidad, Il Gioco dell’Oca de estos enclaves venecianos es la culminación de la famosa Feria de la Oca, una fiesta popular donde se prueban y publicitan las bondades culinarias de la carne de oca de Italia.