Lathmaar Holi, Dulandi, Hola Mohalla, Shingo, Phagu Purnima, Kaman Pandigai, Basant Utsav, Dol Purnima… Son sólo nombres distintos dependiendo del lugar en que se celebran para denominar al Festival de los Colores, el Holi Festival de las comunidades hindues.
Llega, sobre todo a la India y Nepal, con la luna llena y termina por festejar el final del duro invierno. Saluda a la primavera y sirve de excusa para estrechar lazos entre las personas y olvidar rencores y antipatías. La fiesta más importante de la religión hindú, en la que Krishna vence a Jolika la destructora.
Este año la celebración llegará el 20 de marzo, con tres días de festival. El primero de ellos tendrá su momento culminante por la noche y durante la quema en grandes hogueras de la mujer-demonio que se enfrentó al dios Krishna.
La segunda jornada es el momento central de la celebración, con los famosos pigmentos que colorean el agua y que la gente se lanza, embadurnándose unos a otros.
Esta tradición posee una doble funcionalidad, primero la de espantar virus y enfermedades con los pigmentos sacados de plantas medicinales. Por otro lado y según el acervo religioso, el niño Krishna se quejó a su madre por el contraste entre el color de su piel y el dorado de la piel de su amada Radha. La mamá de Krishna decidió transformar el color de la niña con tinturas.