Cada año, entre los meses de diciembre a febrero, puesto que la fecha es variable, se celebra en la India, en el más extenso de sus estados del noroeste, Rajastán, uno de los festivales más coloristas y particulares, organizado por el propio Departamento de Turismo del Gobierno de India. Por estas fechas dicen los lugareños, que es el mejor momento para poder disfrutar de la belleza del ‘barco del desierto’, el camello.
Los animales pasan por la barbería, donde le cortan el pelo y los ponen bien guapos y luego toman un baño. Acto seguido son engalanados con imponentes monturas artesanas, de colores vivos y realizadas a mano. Hasta la pequeña villa de Ladera, en Bikaner, se desplazan miles de turistas para contemplar las actividades que, durante unos cuantos días, se realizan en torno al famoso Camel Festival.
El Festival del Camello está considerado como uno de los eventos más importantes dedicados al arte, la tradición y la cultura de India. Su desarrollo da comienzo con el desfile de los engalanados camellos, junto a un paisaje espectacular, formado por la fortaleza de Junagarh, elaborada en arenisca roja en el siglo XVI.
Esquilado de camello, polo sobre camello, carreras de camellos, competición de razas, danza de camellos… todo ello en las arenas del desierto. Sorprende a los turistas la agilidad y armonía de movimientos de estos animales, muy parecidos en sus rituales artísticos al de los caballos andaluces. La fiesta se completa con una feria, fuegos, danzantes, músicos… Todo un ‘must’ para el viajero.