Svalbard

Foto tomada por irishflyguy

El Jet lag, también nombrado como síndrome de los husos horarios, disritmia circadiana o simplemente descompensación horaria, es un desequilibrio que causa desorientación y fatiga, y sucede por el cambio abrupto de horario debido a viajes de larga duración.

Este desequilibrio, al que algunas personas son más propensas que otras, ocurre cuando se cruzan dos o más zonas horarias en un solo viaje y afecta el reloj interno de nuestro cuerpo. Claro que al viajar hacia el occidente la percepción del día se hace más largo y el cuerpo no se afecta tanto como cuando se va en la otra dirección.

Entre los síntomas del jet lag se encuentran: algunos problemas digestivos como pérdida de apetito, vómitos y diarreas; cansancio general, dolor de cabeza, horas irregulares de sueño, desorientación, mareos, irritabilidad y hasta se puede presentar una leve depresión.

Para evitar el Jet lag se puede ajustar poco a poco el horario de ir a dormir, por ejemplo yendo a la cama una hora más temprano, o más tarde, cada día, para que cuando llegue la hora del viaje nuestro reloj corporal esté más cercano al horario al que vamos a llegar. Otra recomendación es seguir con nuestra rutina normal, pero en el horario del lugar en el que estamos. Así el cuerpo se sienta cansado, procurar ir a dormir en la noche.