Foto tomada por justin

La fotografía en los viajes es posiblemente una de las actividades que más se hacen cuando se sale de viaje y son los recuerdos más vivaces que quedan de los recorridos por el mundo. Una de las cosas más importantes para capturar el momento es la cámara, y se debe saber que ninguna cámara es mejor o peor que otra y que todo depende del uso que se le quiera hacer durante el viaje.

Las cámaras de consumo son las más baratas de todas, además de ser las más pequeñas y las más fáciles de utilizar. Estas caben en cualquier parte, son livianas y pueden ser llevadas a casi cualquier parte, por lo que la mayoría de los viajeros comunes son felices con ellas. Las cámaras profesionales son las que tienen más cosas como métodos de variada exposición y cambio de lentes que son las más costosas y son más para personas que tienen como profesión la fotografía o que se la toman mucho más en serio.

Los costos de la cámara se ha reducido significativamente y la calidad de las imágenes que toman ha ido mejorando dramáticamente y de forma digital, tanto así que en todo el mundo una gran mayoría de viajeros han decidido reemplazar las anteriores que funcionaban con película con las nuevas tecnologías que tienen diferentes formatos y que los propios turistas pueden imprimir.

Lo bueno es que los turistas no gastan tanto dinero como antes comprando la película para la cámara y luego revelándola, así como también tienen más autonomía para tomar todas las fotos que quieran, simplemente comprando memorias de una mayor capacidad, en comparación con los rollos fotográficos que tienen un número muy limitado de exposiciones, por lo que los visitantes tenían que reservar las fotos para ocasiones especiales.