Viajes largos

Foto tomada por garryknight

El sueño de todos los amantes de los viajes es tomar uno bastante largo, ya sean tres meses en Europa o un año viajando por el mundo. Lo primero que se debe considerar en estos viajes largos es que es un trabajo difícil porque no son lo mismo que unas vacaciones porque se debe entrar en una rutina de retos diarios y de funcionar en un nuevo ambiente.

Antes de decidir hacer uno estos viajes se debe hablar con otras personas que hayan hecho uno similar al que estás planeando y si no se conoce a nadie personalmente, se puede intentar en las docenas de páginas de Internet de viajes en donde muchas personas deciden contar sus experiencias por todo el mundo.

También se debe leer todo lo que se pueda de los lugares que se van a visitar. Puede haber sitios turísticos y atracciones de los que no se sabe mucho, por lo que se puede hacer un plan para ir a visitarlos y varias formas de llegar a ellos. También se debe saber qué tan fácil es encontrar alojamiento y transporte en ciertas partes y con cuanta anticipación todo debe ser arreglado. Porque por ejemplo, los viajes en Asia pueden irse arreglando día a día, mientras que un viaje por Europa en el verano debe ser planeado con anticipación, porque es muy difícil conseguir hoteles y trenes a última hora.

Entre mayor tiempo se planee estar de viaje, menos se debe empacar, porque nadie querrá andar por todo el mundo con un equipaje pesado. Por eso se debe empacar sólo lo básico y saber qué se puede y qué no se puede comprar en los destinos. Porque no hay punto en llevar crema de dientes para seis meses en Europa si allí también se puede conseguir. Si se va a lugares con diferentes climas, se debe intentar visitar primero los calientes y luego los fríos, así se puede comprar ropa más caliente y no tener que cargarla por vario tiempo.

Otra de las cosas para las que se debe estar preparado en uno de estos viajes es para estar un poco incómodo. Porque en la mayoría de ocasiones, y en especial si se tiene un presupuesto ajustado, se tendrá que viajar en un ambiente de clase turista con poco espacio tanto en trenes como en aviones. Por último, se debe intentar conocer a alguien en el lugar al que se vaya, ya sea aquella persona que se conoció en un intercambio estudiantil o por Internet, porque siempre se siente bien salir a tomar un café con alguien que pueda dar un poco de indicaciones sobre el lugar.