Viajar con la bicicleta

Foto tomada por Szymon Nitka

Conseguir llevar a bicicleta hasta el inicio de la ruta que se llevará a cabo en ella es ya de por sí una aventura. Para ello se necesita hacer una buena investigación porque no todos los medios de transporte ni todas las compañías que los manejan dejar llevar estas.

Algunas aerolíneas permiten que las bicicletas sean una parte más del equipaje chequeado sin ningún costo, mientras que otras pueden cobrar extra por llevarlas. En la mayoría de los casos se necesitará informar antes a la aerolínea que se pretende llevar una bicicleta para así estar preparados. Sin embargo, lo mejor es leer las regulaciones antes de llevarla, porque algunas aerolíneas pueden intentar cobrar cuando en realidad debe ser llevada gratis.

Los autobuses pueden tener compartimientos de equipaje debajo del área de los asientes, que puede tener sólo espacio para una o dos bicicletas, así como pueden tener áreas de carga dentro del autobús o una parrilla en el techo o pueden no llevar bicicletas. Para llevarla en autobús tal vez se requiera que sea desmantelada y puesta en una caja.

Los trenes pueden tener mucho espacio para las bicicletas, por ejemplo cuando se tienen coches especiales de carga, o también no pueden tener espacio y por lo que no pueden llevar. Si el tren requiere que una silla sea reservada, se debe necesitar informar al momento de la compra que se va a llevar una bicicleta. Pero si se está viajando en un tren que no requiere compra o reserva, es mejor viajar en un momento que no sean las horas las de más tráfico.

Por su parte, los ferris tienden a ser mucho mejores cuando se va a viajar con una bicicleta, de hecho0 la mayoría las transportan sin problemas. Algunos pueden cobrar una pequeña cantidad por llevarla. En un ferry de los que llevan automóviles, usualmente se tiene un espacio exclusivo para bicicletas, en donde son aseguradas mediante lazos.