Marinduque es una provincia que está en una isla en todo el centro de Filipinas, y es uno de los lugares más accesibles y económicos a la hora de hacer turismo. Los visitantes pueden encontrar allí una belleza natural sin comparación, así como huellas que ha dejado la historia a través del tiempo y una herencia cultural que se puede sentir en el ambiente desde que se llega hasta allí.
Llegar allí es muy fácil por avión desde Manila, en un vuelo que sale cuatro veces a la semana, tiene una duración de un poco más de cuarenta minutos y no es muy costoso. Los que quieran ver un poco del mar y de los paisajes que allí se forman, pueden tomar un ferry que los lleve hasta el puerto de Balanacan o al de Buyabod, dependiendo al lugar al que se vaya a llegar dentro de la isla.
Marinduque es todo un tesoro en cuanto a belleza natural, porque allí los visitantes pueden disfrutar de varios kilómetros de playas hechas de arenas de color blanco, de unas cuevas encantadoras en las que se puede ver el paso del tiempo, lugares para bucear que se han conservado muy bien y hasta aguas termales que ayudan a relajar aún más y a aliviar algunas molestias.
En cuanto a playas las mejores se pueden encontrar en lugares como Balaring, Cawit, Laylay, Boac, Ihatub y Barangay Poctoy. La mayoría de ellas están ubicadas frente a hermosos hoteles y otros lugares de alojamiento que son muy cómodos y agradables, en los que también se pueden alquilar los equipos y hasta pedir asesoría en cuanto a clases de actividades acuáticas como el buceo, el windsurfing y el snorkel.