Lo primero que se te viene a la cabeza cuando entras en este local es que sus propietarios son víctimas de un crítico Síndrome de Diógenes. Es como si hubiesen ido recogiendo todo lo que se han ido encontrando en papeleras, contenedores y bolsas de basura. Objetos de plástico, lucecitas de Navidad, muñeca hinchable, llaveros, banderitas, cestas para la colada, una bañera llena de cervezas, neones muy norteamericanos, hawaianas de salpicadero de automóvil, homenajes a Elvis, chapas de botellines, la foto de la boda de la abuela…
Se trata de la ambientación de uno de los locales más kitsch de Nueva York, el Trailer Park Lounge. Topicazos al cuadrado es lo que vende este friki establecimiento que, no obstante, es adorado por los amantes de las hamburguesas y los hot-dogs al estilo clásico. Algo bueno debía esconder.
Sin embargo no resulta fácil ignorar esa pátina un tanto machista en el que las mujeres que trabajan en el Trailer Park Lounge, o la imagen que se quiere dar de ellas, debe coincidir con esa estética ‘choni’ que en el sur profundo de los EE.UU. se conoce como pin-ups.
Por cierto, mención aparte merece la reproducción de una autocaravana de los años 50, a tamaño natural, dentro del local y las fiestas que se montan… de lo más… kitsch.