Continuamos con nuestro recorrido por los locales más kitsch de Nueva York y, si por los restauradores de la Gran Manzana fuera, podríamos estar años con este tema. De todas formas, nos haremos eco de algunos más especiales, como el Apothéke. Ha logrado la atención de prensa especializada en guías de viajes, como es el caso de la afamada Lonely Planet y es que Apothéke es un lugar diferente.
A sus propietarios les gusta decir que el lugar en el que se ubica, Doyers Street, pasa desapercibido durante el día. Sin embargo, al caer la noche un mundo de brebajes y antiguos mejunjes se abren paso, gracias a viejas formulaciones de botica que derivan en bebidas únicas y qué solo podrás encontrar en este local neoyorkino.
Lo cierto es que han querido dotar al Apothéke de cierto aire decadente, al estilo de viejas boticas del siglo XIX. Han rodeado el lugar de un halo de misterio y sincretismo, como si se tratase de un ‘antro’ secreto sólo para iniciados (aunque advierten que la fama va creciendo) y han vestido a los camareros de decimonónicos boticarios.
Aseguran que preparan sus ‘recetas’ con hierbas y raíces de su propio jardín botánico y que, entre sus remedios alcohólicos, podréis encontrar afrodisíacos, relajantes, euforizantes… Una tentación en Nueva York.
