El siete de julio empiezan los famosos Sanfermines en la ciudad de Pamplona, capital de la comunidad autónoma de Navarra, en el nororiente de España, y aunque hay muchas actividades que hacer, también se pueden aprovechar los momentos libres para visitar algunos de sus sitios emblemáticos. Por ejemplo, los visitantes se pueden ir a relajar en una de las áreas verdes más grandes de la ciudad, que además tiene edificaciones hermosas e históricas; la Ciudadela de Pamplona.
Este sitio, que también es conocido como el Castillo Nuevo, es una fortaleza de estilo renacentista que fue hecha entre finales del siglo dieciséis y principios del diecisiete con el objetivo de defender a la ciudad militarmente. Ya en el año de 1964, la construcción dejó de ser utilizada por las fuerzas militares y se convirtió en el sitio de esparcimiento y cultura que es en la actualidad.
Existen cinco puertas para entrar en la Ciudadela de Pamplona, siendo las más utilizadas y reconocidas la conocida como la Puerta del Socorro y la entrada más importante que está sobre la Avenida del Ejército. El encanto de la primera puerta es que lleva a un paso sobre los fosos y de la segunda, que mantiene su estilo renacentista y que se ha conservado muy bien.
Todo este sitio cubre unos 275.840 metros cuadrados y cuando dejó de ser de uso militar se preguntó a la ciudadanía que se quería hacer con él, a lo que se votó que se mantuvieran sus espacios verdes y dentro de ellos se conservaran las partes de la edificación que aún se mantenían en pie. Aunque originalmente el complejo tenía forma de pentágono, algunas de sus puntas fueron derribadas para construir casas y edificios militares en sus alrededores.
En la actualidad, además de su agradable parque público en donde hay decenas de especies de árboles, senderos y hasta una plazoleta que tiene una fuente, allí se pueden ver baluartes, fosos y pabellones. Toda la ciudadela está abierta sólo en horas del día y en ella sólo se puede caminar, está prohibido el uso de la bicicleta.