Cada mes de julio, hacia finales, en la localidad riojana de Anguiano se celebran sus fiestas patronales. Durante la semana de jolgorio y alegría se establece una apretada agenda de actividades y espectáculos para que propios y extraños pasen unos festejos de campeonato. Sin embargo, en medio de ese calendario destaca, sin lugar a dudas, las evoluciones de los danzadores de Anguiano.
Este evento tradicional tiene su primera referencia documentada en 1603, aunque nadie conoce el motivo que originó lo que acabó siendo un rito folclórico de este municipio de La Rioja. Lo cierto es que después de siglos de antigüedad, en la actualidad, los danzadores o danzantes de Anguiano continúan suscitando la curiosidad y el interés de numerosos visitantes que acuden cada verano a presenciar sus evoluciones.
La Danza de los Zancos tiene como protagonistas a ocho jóvenes del pueblo que, ataviados con la vestimenta tradicional que incluye enaguas y faldones, se encaraman a unos zancos de alrededor de medio metro de altura y se lanzan por una calle con una pendiente de un 20%. Es la ‘Cuesta de los Danzadores’.
Por si lo de los zancos y la pendiente no fuese suficiente, el terreno es escalonado y los danzadores bajan girando sobre ellos mismos a toda velocidad, a la vez que hacen sonar sus castañuelas de madera hasta desembocar en una plaza. Allí les esperan un grupo de personas -‘el colchón’- que les ayuda en la frenada.