Caballos, vino fino, manzanilla, Real de la Feria, yeguadas espectaculares, volantes de vestidos de faralaes y flores y peinetas en el cabello. Sombreros de ala ancha, traje corto y catavino. Casetas con piso de albero, aires de sevillanas, farolillos y bombillas por las calles de la feria jerezana.
Una cita anual de singular trascendencia, desde sus orígenes como feria de ganado y productos agrícolas, hasta los tiempos modernos, en que la Feria del Caballo se ha convertido una cita obligada en la agenda de eventos de la Comunidad de Andalucía. Y tenemos tiempo para visitarla, hasta el próximo 12 de mayo.
Serán días de alegría y regocijo, de intentar olvidar un poco los sinsabores de un año terrible que, por inconveniencias económicas nos trae a la mayoría de cabeza. Es cierto que esto también ha traído una fiesta más austera, pero que no desmerece en nada, gracias al gracejo de jerezanos y jerezanas, que van a suplir con apostura la falta de dinero.
Recorridos hasta el próximo domingo, citas con los concursos de domas y enganche, con los espectáculos de caballos cartujanos, mientras degustamos tranquilamente una copa de vinos de solera. ¡Feliz Feria de Jerez de la Frontera!
