Para los falleros se trata de uno de los momentos más emotivos de la fiesta valenciana. Falleras y falleros de todas las edades, acuden en desfile a realizar la ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados. Toneladas de flores que irán configurando el manto oloroso de la Mare de Deu, como la llaman cariñosamente los valencianos.
Es uno de los instantes más importantes de las Fallas de Valencia. Todo indica que se enfila la recta final con esta procesión de peregrinos ante la imagen de la patrona, para depositar sus flores. Más de 60.000 ramos serán los que se dejen a los pies de la talla del siglo XV.
Tan florido regalo será empleado por los mozos encargados de tejer la manteleta y, encaramados al armazón de madera, irán combinando los coloridos ramos hasta formar el traje tradicional de valenciana de La Geperudeta, el otro nombre que dedican a la Virgen de los Desamparados de las Fallas de Valencia.
Para que el manto esté listo ha sido necesario el desfile de más de 100.000 falleros y falleras a lo largo de dos días. Para que todo esté listo antes del Castillo de Fuegos Artificiales y, por supuesto, de la Cremá, es necesario el trabajo coordinado de casi 40 vestidores. Ellos toman los ramos de las falleras, los catalogan por colores y los van lanzando a los que se encuentran subidos al catafalco y que irán insertándolos en sus bastidores.