Santiago de Compostela

                                                                                                                 

Señales que indican el Camino de Santiago en el norte de España.

Fotografía de Dietmar Giljohann

                                                                                                                 

En el año 2006 más de 100.000 peregrinos siguieron las rutas del Camino de Santiago hacia la capital gallega, Santiago de Compostela, para venerar las reliquias del apóstol Santiago el Mayor.

Desde cuando empezaron las peregrinaciones a Santiago de Compostela, la primera mitad del siglo doce, tan pronto se supo la noticia del descubrimiento del sepulcro del apóstol, se empezaron a crear rutas por España y otros países europeos para llegar a él.

Las peregrinaciones se pueden hacer a pie, en bicicleta, a caballo o incluso en automóvil, pero si la persona la realiza con fines religiosos debe haber recorrido un mínimo de 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta o caballo para obtener el certificado eclesiástico, o Compostela, que en tiempos antiguos equivalía a la reducción de la mitad de la estadía en el purgatorio.

A lo largo de las rutas del Camino de Santiago, se encuentran albergues gratuitos en los que los caminantes se pueden quedar durante la noche, comer y ducharse, en esos albergues se sellan las credenciales y hojas de papel que se muestran al final del camino para obtener la Compostela. Estos albergues son un excelente lugar de encuentro de los caminantes y en donde se comparten incluso mezclas de bebidas para ahuyentar los malos espíritus y brujas.

Santiago de Compostela

                                                                                                                 

Hostal Obradoiro en Santiago de Compostela.

Fotografía de Luis Miguel Bugallo Sánchez

                                                                                                               

Antes del descubrimiento de América los caminantes, después de su peregrinación, iban hacia la costa occidental de Santiago de Compostela, para realizar ritos de purificación. Ese lugar es conocido actualmente como Finisterre (finis terrae, fin de la tierra) y hasta la actualidad allí los peregrinos se sumergen en las aguas de la playa de Langosteira para purificar su cuerpo, luego queman sus ropas para dejar atrás todo lo pasado y empezar de nuevo; y al final ven el atardecer y luego el amanecer que simboliza la resurrección del alma purificada de todos los pecados.

Este Camino, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y recibió el título honorífico de Calle Mayor de Europa, posee un gran atractivo turístico ya sea con motivos religiosos, culturales o deportivos.