El 28 de febrero, el sur de España celebra su fiesta de identidad, se trata del Día de Andalucía. En homenaje a tantos andaluces y andaluzas viajeras, turistas y emigrantes, hoy haremos un recorrido por un pueblo significativo en estas fechas, se trata de Casares, donde nació el padre de la Patria Andaluza, Blas Infante.
Hablamos de nuevo de uno de esos Pueblos Blancos, en esta ocasión del interior de la provincia de Málaga, a unos 110 kilómetros de la capital, que se revela como uno de los pueblos más hermosos de las tierras malagueñas.
No hablamos de una villa joven, ni muchísimo menos. Los restos arqueológicos hallados en cuevas y yacimientos dan testimonio de asentamientos poblacionales ya en el Paleolítico y, según la tradición, la ciudad fue fondada por Julio César, como agradecimiento a los beneficios que los baños de Hedionda, que le curaron una enfermedad de la piel.
Casares es un arracimado paisaje de casitas blancas que se vierten por una ladera presidida por la antigua fortaleza árabe. Paseando por el centro histórico nos remontaremos a sus orígenes musulmanes, en un conjunto de marcado interés Histórico Artístico.
En este preciosista enclave nacía, el 5 de julio de 1885, el fundador del movimiento nacionalista andaluz, un notario que se enfrentaba a los poderes fácticos que, en aquellos momentos, mantenía a Andalucía bajo la bota de la opresión de un caciquismo latifundista que desmayaba al campesinado.
Hoy es posible visitar en Casares la Casa-Museo Blas Infante, el lugar en el que vino al mundo el padre de la Patria Andaluza. Es el número 51 de la Calle Carrera y en ese lugar, además de un prolijo fondo bibliográfico en torno a la figura de su protagonista, podemos dar un paseo alrededor de su vida y su obra.