En el norte de Estonia, a unos setenta kilómetros de la capital Tallin, y al otro lado del estrecho que sirve de frontera con Finlandia, se encuentra el parque nacional Lahemaa. Este lugar fue el primer parque nacional de la desaparecida Unión Soviética y en la actualidad es uno de los parques más grandes de todo el continente europeo, por lo que vale la pena visitarlo.
Este parque tiene más de setecientos kilómetros cuadrados de extensión, por lo que tiene muchos puntos que se pueden ver, siendo casi imposible verlo todo en una visita. La mejor forma de llegar es en automóvil desde Tallin en dirección a Narva por la vía Peterburi y conduciendo hacia Loksa. Ya estando allí se pueden tomar tours en bicicleta por el parque, recorriendo en un día un poco más de treinta kilómetros.
En el parque Lahemaa recomiendo ver la Ciénaga Viru, conocida como Viru raba, que tiene a sus alrededores un sendero de cinco kilómetros que se puede recorrer a pie, así como una torre de observación donde se ve completamente su belleza. Para recorrer este lugar se recomienda llevar botas de senderismo a prueba de agua, porque las pasarelas de madera tienden a mojarse con el agua de los alrededores.
Después de salir de la ciénaga se puede seguir recorriendo el parque por su excelente red de senderos que están perfectamente marcados y que llevan a los visitantes no sólo por paisajes naturales, sino por lugares históricos que son patrimonio cultural de los alemanes bálticos. Este parque además es el hogar de una buena cantidad de aves y animales, por lo que los amantes de la observación de animales tienen este sitio entre tus favoritos.
Fotografías de Lefevrue, Jüri T, Jacob Poul Skoubo, Benjamin Haines.