Trnava es una población que se encuentra en el occidente de Eslovaquia, a sólo cincuenta kilómetros hacia el nororiente de Bratislava, la capital del país, a orillas del río Trnávka, por lo que es el destino favorito de muchos turistas para un fin de semana. Este sitio es la capital de la región del mismo nombre y tiene un centro histórico de gran belleza.
Esta ciudad tiene una larga historia como una población medieval y solía tener una importante universidad desde principios del siglo diecisiete. La forma más fácil de llegar hasta allí es en tren ya que se encuentra en la línea principal que va entre la capital y Kosice, aunque también se puede llegar en autobús ya que está muy bien conectada no sólo con Bratislava sino con otras como Piešťany, Nitra y Trencin, entre algunas otras.
Durante la Edad Media, en Trnava se construyeron varias edificaciones, principalmente iglesias, de estilo gótico, que hasta el día de hoy se mantienen en perfecto estado y llevan a que sea conocida como la “pequeña Roma“. En el centro histórico se pueden ver iglesias como la de Santa Helena y la de San Nicolás, así como varios monasterios, que tienen una hermosa arquitectura gótica que vale la pena visitar.
También se puede ir a ver el Palacio y Seminario del Arzobispo que fue hecho en el siglo dieciséis y durante el Renacimiento, que tiene una hermosa torre que hasta la actualidad marca la línea del horizonte local. Hay otros sitios que fueron construidos en el siglo diecisiete que también tienen toques renacentistas, además de barrocos, como la Iglesia de San Juan Bautista, que dan un toque especial a la ciudad. Y por último los turistas no pueden perderse la oportunidad de pasear por las históricas calles locales y probar la comida y las bebidas locales.
Fotografías de MOs810, Raf24, Martin Hlauka.