China también celebra su particular Día de Muertos, aunque tradicionalmente lo hace en otras fechas. Es durante el trascurso del Ching Ming Festival, una versión peculiar del Día de Difuntos. En el gigante asiático, los ciudadanos muestran un carácter menos lúdico y dedican la jornada del los difuntos a visitar los cementerios y limpiar la tumba de los fallecidos.

Durante el Ching Ming, los chinos realizan ofrendas para que sus familiares se encuentren en paz y, en señal de respeto, durante toda la jornada no está permitido cocinar, por lo que días antes preparan la comida que tomarán fría durante el festival de los muertos.

Una costumbre muy particular es la de colgar, en la puerta de la casa, una ramita de sauce. La tradición afirma que este árbol protege a los habitantes del hogar de la influencia de los malos espíritus. Eso sí, si no se cumple con la tradición las consecuencias son… terribles, volverás a esta vida convertido en un horrible perro amarillo.

Una vez que las tumbas quedan barridas y se quema incienso para tranquilidad de los ancestros, los participantes del Ching Ming continúan con la parte más lúdica del festival, comen en familia, plantan árboles y vuelan cometas por la noche. En la actualidad también se realizan representaciones especiales para los turistas.

Fotografías de kanegen, Paul Sam, Kai Chang Von, istolethetv.
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