Cuando se va a otro país, uno de los mejores planes como turista es aprender un poco más sobre la cultura y las costumbres locales. En estos días, con la Copa Mundial de Fútbol de Brasil, el país está lleno de turistas que aprovechan para conocer el espíritu brasileño más a fondo, y qué mejor forma que probando algunas de las bebidas locales y saboreando el alma tradicional.
Sin duda, una de las bebidas bandera de este país sudamericano es la llamada Cachaça, que es un licor que es destilado del zumo de la caña de azúcar. Esta bebida también puedes ver que la llaman como pinga, caninha, cachaza, aguardente, agua de pelea o el agua maldita, estos últimos más relacionados con la capacidad que tiene de emborrachar al que la toma si lo hace muy de prisa.
La Cachaça es una de las bebidas que seguramente te ofrecerán como turista, y te perderás de mucho si no la pruebas, y es particularmente famosa como el ingrediente principal de la Caipirinha, cóctel de limas y azúcar, pero hay muchas formas de beberla. Aunque normalmente es comparada con el ron y tiene toques similares porque también sale de la caña, este licor también tiene unas notas vegetales similares al tequila.
Los brasileños están muy acostumbrados a beber Cachaça, pero si es una de las primeras veces, tal vez lo mejor sea que no te la bebas pura, porque es muy fuerte. Localmente, los brasileños beben tantos litros de este licor durante el año, que lo ubican de número tres en las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el mundo, después del vodka y el soju, de Corea.
En Brasil puedes probar unas Cachaças que son más baratas, pero en las que puedes sentir en su sabor que no son de tan buena calidad como las que valen un poco más. Menos de un 1 por ciento de esta bebida de la que es fabricada en Brasil es exportada a otros países del mundo, así que cuando estés en ese país, intenta probarla y disfrutarla al máximo.
Esta bebida fue inventada en el siglo dieciséis, cuando los esclavos africanos tomaron la espuma que quedaba al hervir el jugo de la caña de azúcar, y la pusieron a fermentar. A través de los siglos, después de que incluso se ha intentado prohibir, este licor se ha convertido en todo un símbolo de la cultura brasileña y la puedes probar en unos deliciosos cocteles mientras ves algunos de los partidos del mundial.
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