Gran atmósfera y naturaleza en San Ignacio y Santa Elena

Belice, en Centroamérica, es un país que además de una naturaleza espectacular y ruinas mayas, tiene unos pequeños pueblos en donde puedes experimentar la vida tranquila lejos de las ciudades. Si estos son los destinos que estás buscando, te recomiendo ir a las poblaciones de San Ignacio y Santa Elena, que son vecinos y están en el occidente del país.

Hasta San Ignacio puedes llegar en autobús desde Ciudad de Belice, en un viaje que toma un poco más de dos horas debido a que se detiene constantemente, o desde Belmopán en unas tres horas. También puedes llegar desde algunas poblaciones fronterizas de Guatemala o alquilando un automóvil y viajando en la autovía Occidental, que es la mejor de todo el país.

Ya cuando estés en ésta población es muy sencillo moverse, particularmente a pie, porque todas las facilidades están en el centro, muy cerca de los lugares de alojamiento. Esta población fue primero de importancia durante el gobierno británico, pero con el tiempo se convirtió en un destino para personas de varias áreas de los alrededores, lo que llevó a que sea el sitio tan diverso que es en la actualidad.

Hace unos pocos años San Ignacio y Santa Elena se unieron en una sola ciudad, ya que solían ser villas separadas, y están únicos por el único puente colgante de Belice, que es llamado el Hawksworth, que pasa encima del rio Macal y que fue hecho en 1949. Cuando llegues a esta ciudad podrás sentir el maravilloso ambiente local, la amabilidad de sus visitantes, una arquitectura típica y un mercado que siempre está muy activo.

Estando allí te recomiendo, además de ver lo pintoresca que es la ciudad y sentir su gran atmósfera, te recomiendo hacer actividades al aire libre como montar a caballo, alquilar bicicletas para ir a conocer sus alrededores naturales, hacer senderismo, practicar canotaje, kayak o natación en los ríos que por allí pasan, hacer observación de aves, y unirte a una excursión por las ciudades y ruinas de esta parte del país.