Los Países Bajos también poseen su propia tradición navideña, aunque esta ha gozado de tanto calado que ha conseguido traspasar sus fronteras y ahora podemos ver la espera de niños alemanes, daneses e incluso canadienses deseando que llegue el día de hoy, cuando se celebra la Fiesta de San Nicolás.
Sinterklaas, que es el nombre de esta celebración en neerlandés, posee sin embargo un origen español. Para ello tendríamos que remontarnos a las épocas en que las coronas de España estuvieron estrechamente ligada a Flandes y los Países Bajos, llegando incluso a ejercer la soberanía sobre ellos.
Sin embargo la Fiesta de San Nicolás, quien aún hoy y a diferencia de Papá Noel sigue viniendo de España, también posee importantes inicios paganos que entroncan incluso con el mítico Odín. No en vano, la tradición también está fuertemente ligada a Ámsterdam desde el año 343 de nuestra era.
Pero es en Holanda donde cobra fuerza y hoy en día, la llegada de San Nicolás en barco es todo un acontecimiento que se transmite por televisión. Montado en su caballo Amerigo y acompañado por Pedritos los Negros, sus ayudantes, van lanzando galletitas a la gente.
Esta noche, miles de niños dejarán preparados sus zapatos, como estipula la costumbre, y esperarán a que Pedrito el Negro baje por la chimenea y deposite en ellos dulces, caramelos y regalos. Mientras, la figura de San Nicolás, montado en su caballo blanco, se recortará sobre los tejados de la ciudad.
Desde luego, lo que sí está claro es que el mito de San Nicolás fue el que dio paso al nacimiento de Santa Claus, más entroncado con la tradición americana.