La dinastía Shirvanshah fue el nombre que recibieron los gobernadores musulmanes de Shirvan, en lo que es la actual Azerbaiyán, y que estuvieron allí desde mediados del siglo noveno hasta principios del dieciséis, dejando algunos lugares maravillosos que hay que visitar cuando se esté allí. Uno de estos lugares a los que te recomiendo ir es el Palacio de los Shirvanshahs, que está en el casco antiguo de la ciudad de Bakú.
Este complejo que está en la ciudad más grande de este país del oriente de Europa, fue construido durante el siglo decimoquinto, cuando esta dinastía trasladó la capital desde Shemakha a Bakú, después de que un terremoto la destruyera en gran parte. El hermoso lugar ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su importancia cultural, y lo puedes ver en los billetes de 10 manats de este país.
El Palacio de los Shirvanshahs sufrió varios daños durante la invasión de Rusia a Azerbaiyán del siglo dieciocho, pero fue renovado y en la actualidad lo puedes ver en todo su esplendor, teniendo casi el mismo diseño con el que fue construido originalmente. El complejo tiene varias edificaciones de importancia religiosa y cultural que puedes recorrer en una visita guiada.
El acceso a este sitio lo haces a través de su patio central que tiene todos los edificios en sus alrededores, algunos de los cuales aún tienen parte en ruinas. Puedes empezar la visita por la construcción principal que data de 1411 y al cual accedes desde la segunda planta, viendo su hermosa cúpula y un vestíbulo que conecta con los edificios que están a sus costados.
Luego sigues a Divankhana que es un pequeño pabellón de piedra que está en otro patio más pequeño y que tiene un hermoso portal que en su parte más alta tiene una inscripción en árabe que está rodeada de tallados que recuerdan la naturaleza como flores y hojas de árboles. Puedes continuar visitando el Mausoleo de los Shirvanshahs que tiene una hermosa entrada en donde empieza la decoración de estrellas e inscripciones que sigue hasta su interior.
Y para ir terminando, debes ir hasta la Mezquita que está en la parte más baja del patio principal, que tiene dos cúpulas que terminan en punta y un minarete que está en su parte nororiental, teniendo en su interior dos capillas para la oración; una grande para los hombres y una mediana para las mujeres. El punto final lo pone la Casa de Baño del Palacio, que está en una terraza baja, que fue excavada en el siglo veinte y donde aún se pueden distinguir sus diferentes espacios.
Fotografías de Urek Meniashvili, MrArifnajafov.