En el estado federado de Estiria, en el centro de Austria, se encuentran varias poblaciones que tienen unos paisajes espectaculares con hermosas casas y campos de un verde profundo, como sacados de una tarjeta postal. Una de las poblaciones que recomiendo visitar allí es Altaussee, que está en las orillas del lago del mismo nombre, y que está justo debajo de la meseta Loser.
Este sitio tiene una extensión de un poco menos de cien kilómetros cuadrados, siendo el hogar de alrededor de dos mil personas, aunque en los días festivos y en los meses de verano, miles de turistas llegan hasta allí. La ciudad es reconocida por las montañas de color gris que la rodean, que están hechas de piedra caliza, y que hacen que el paisaje local sea muy particular.
La población de Altaussee ha estado habitada desde las épocas romanas y aunque estuvo durante algunos siglos sin personas, se ha documentado que para el año 1147 empezaron de nuevo a llegar allí por la mina de sal local. Durante siglos ciudad se desarrolló principalmente por esta industria, pero poco a poco los visitantes empezaron a llegar allí por su ambiente tranquilo y por su belleza natural.
La ciudad se convirtió con el tiempo en un refugio para los artistas, y ha sido inspiración para escritores, pintores y músicos, quienes se sienten a salvo en medio de estos paisajes. Depende de la temporada allí se pueden ver las brillantes montañas de los alrededores con sus picos cubiertos de nieve, o con su naturaleza de un color verde intenso o con miles de flores coloreando los pastizales.
También recomiendo ir a hacer senderismo en el camino de 7.5 kilómetros de largo que va por los alrededores del lago y por parte de las montañas de los alrededores. Así como dar una caminata por su centro que tiene casas de estilo alpino y una hermosa iglesia, un museo de literatura que tiene su información en alemán y hasta un tour por las minas de sal.