Para hablar del Teatro Colón de Buenos Aires se deben emplear palabras mayores, porque estamos ante uno de los santuarios más importantes de las Artes Escénicas de todo el mundo. No en vano está considerado como uno de los cinco mejores escenarios para la ópera de todo el planeta, debido a su extraordinaria acústica, su tamaño y el larguísimo plantel de primerísimas figuras que han cantado para los argentinos en este sacro lugar.
No falta nadie, si volvemos la vista atrás. Allí han estrenado compositores de la talla de Igor Stravinski o Manuel de Falla y desde el portentoso Enrico Carusso a Luciano Pavarotti o de Maria Callas a Monserrat Caballé, ni un solo mito ha faltado a una cita con el Colón. Los amantes de la danza han asistido extasiados a culminaciones como las de la Pávlova, Nureyev, Alicia Alonso o Maia Plisetskaya.
A finales de 2006, los argentinos, acompañados entonces en el sentimiento por millones de fanáticos de las artes de todo el mundo, veían con dolor como el Teatro Colón cerraba sus puertas. Se hablaba de problemas económicos, de la crisis, de la falta de posibles para mantener su infraestructura… Lo cierto es que al final, como todos los argentinos, el emblemático lugar salió resurgido de sus cenizas, tras un proceso de rehabilitación.
Abrió sus puertas en 2010, dentro de los actos conmemorativos del Bicentenario de la Argentina, con la puesta en escena de La Boheme. Al acto no faltó nadie, ni físicamente ni con el corazón. Volvía a su esplendoroso comienzo, aquel que tuvo lugar con una Aida, en mayo de 1908, tras dos décadas de edificación.
Hoy el Colón vuelve a ser, renovado, uno de los teatros más avanzados del mundo, al que a su extraordinaria cualidad como edificio y sonoridad, se le han añadido los mejores avances tecnológicos.
Kill Noe noviembre 21, 2012 a las 6:21 am
lo he visitado 😀 y en realidad es fasinante ! no tengo palabras para describir un lugar asi!
ResponderMar Santiago noviembre 22, 2012 a las 10:14 am
Desde luego que sí, Kill Noe, estamos en un santuario de las artes con todas las letras.
ResponderUn abrazo