Danza de Tijeras

Los hispanohablantes estamos de enhorabuena, han sido muchas las inclusiones que este año han pasado a engrosar la lista del Patrimonio Inmaterial de la Unesco y que provienen de diversos países de América Latina y España.

Entre estas aportaciones, sin duda debemos destacar la calidad de las manifestaciones culturales peruanas. Por el país andino destaca la belleza de las danzas de las Tijeras y la Huaconada.

La Danza de las Tijeras se atribuye a las comunidades quechuas del sur de la cordillera central andina. De ellos, la ejecución de los danzantes pasó a zonas rurales y posteriormente a núclos urbanos.

Tradicionalmente las enseñanzas y los pasos son difundidos por tradición oral de maestros a discípulos y el bailarín ha de poseer una gran fortaleza física y suficiente habilidad para ejecutar el atipanakuy, el duelo que enfrenta a las diferentes cuadrillas de bailarines y que puede llegar a durar hasta diez horas.

El Consejo de Ancianos toma las calles

La danza se ejecuta en las estación seca -generalmente para festejar importantes fechas del calendario agrícola- y  debe su nombre a las dos hojas de metal pulimentado (similares a las de unas tijeras), que los bailarines llevan en sus manos.

Perú también aporta La Huaconada, una danza ritual que se lleva a cabo en el pueblo de Mito, de importante herencia andina y española. Durante los tres primeros días del mes de enero, los huacones se echan a las calles enmascarados y ataviados con vestidos tradicionales y látigos “tronadores”.

Durante ese tiempo ellos son la única autoridad del pueblo, con sus máscaras de narices prominentes que evocan el pico del cóndor. La orquesta toca diversos ritmos al compás de la tinya y los hombres danzan en el centro de la plaza.

Los bailes se transmiten tradicionalmente de padres a hijos y las vestiduras y las máscaras se heredan.

Fotografías de sitio web de la Unesco, con la realización de S.Mújica y el National Institute of Culture de Perú.