Templo de Gangotri

Char Dham suena a paraísos lejanos, a misterios de Oriente, a susurros del espíritu y a sacrificios es pos del karma. Y así es de alguna manera, porque esas palabras significan “las cuatro moradas” y hacen referencia a los cuatro puntos cardinales de la India, en los que reside Dios y así fueron elegidas por el filósofo Adi Shankara, el padre del pensamiento indio del siglo VIII, quien establecía de ese modo una ruta de peregrinación para su pueblo que iba a pasar por todo el subcontinente.

Con ojos de peregrino, Shankara dictaba la condición de que los fieles visitaran por lo menos tres zonas de su patria: dos consogradas a Visnú o Krishna y una en servicio de Shiva.

Río Bhagirathi

Además existe otro recorrido, denominado Pequeño Char Dham y que hace referencia al lugar en el que Shankara pudo librarse por fin de sus reencarnaciones, en Uttarakhand en el Himalaya. Este último es quizá uno de los recorridos más perseguidos por los viajeros más intrépidos, puesto dentro de su circuito entra la visita a Gangotri, a orillas del principal surtidor del río Ganges, a más de 3 kilómetros de altitud.

Puesto que allí nace el Ganges, también es el hogar de la diosa Ganga. El río es el segundo más grande de la India y si deseas descubrir su fuente tendrás que viajar hasta el principio del glaciar Gangotri, un gigante helado por un camino para penitentes hinduistas que, ignorando el frío extremo, buscan terminar con el sufrimiento y ganar la dicha eterna.

Vas a iniciar el largo camino a través de la Tierra de los 105 dioses y al final de la travesía acabarás un viaje que en realidad pretende el reencuentro con el alma humana y su comunión con la naturaleza.

Fotografías de Ken Wieland, Priyanath, Atarax42.
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