Los viajes en barcos cargueros ofrecen una alternativa menos convencional y más económica para cruzar mares y océanos, evitando la necesidad de utilizar aviones o cruceros comerciales. Esta opción es cada vez más popular entre los viajeros que buscan una experiencia diferente y tranquila, lejos del estrés de los aeropuertos y los vuelos.

A diferencia de los cruceros tradicionales, los barcos cargueros ofrecen una forma de viajar por mar con menos frecuencia, pero más regular. Mientras algunos barcos de pasajeros hacen conexiones entre Europa y América solo un par de veces al mes, muchos barcos de carga que también llevan pasajeros realizan viajes semanales durante todo el año. Por ejemplo, hay cuatro salidas semanales desde ciudades británicas como Southampton hacia el Oriente Medio y el Mediterráneo, así como desde Le Havre, en el norte de Francia, hacia islas caribeñas como Martinica y Guadalupe.

Viaje en barco carguero. Foto de eBiz Facts.

En general, un gran porcentaje de los barcos cargueros aceptan pasajeros, lo que permite viajar prácticamente a cualquier lugar del mundo en uno de ellos, ya sea a Australia, Sudamérica, Nueva Zelanda, África o incluso a lugares remotos del Mar Caspio y el Mar Negro, donde esta puede ser la única forma de llegar.

Los pasajeros que eligen esta opción suelen ser jubilados y personas con retiros anticipados que tienen tiempo para disfrutar de estos viajes más largos, ya que se necesitan alrededor de 24 horas de navegación para recorrer la misma distancia que se cubre en una hora en avión.

También hay estudiantes, ejecutivos que se están reubicando en otra ubicación y sus familias, y personas que simplemente están cansadas de los vuelos y buscan una experiencia diferente. Estos barcos suelen llevar un máximo de doce pasajeros, lo que garantiza un ambiente íntimo y relajado.

Además de la tranquilidad y la ausencia de multitudes, viajar en un barco carguero ofrece otras ventajas. Algunas de las compañías navieras ofrecen camarotes privados y espaciosas zonas comunes, como salones, bibliotecas y áreas al aire libre para disfrutar de la vista del mar. Algunos barcos incluso cuentan con instalaciones deportivas, como piscinas y gimnasios.

Los viajes en cargueros también brindan la oportunidad de observar la vida marina de cerca. Durante la travesía, es posible avistar delfines, ballenas, tortugas y una variedad de aves marinas. Además, los pasajeros pueden aprender sobre la operación del barco y la carga que transporta, lo que resulta en una experiencia educativa y enriquecedora.

Por último, es importante tener en cuenta que viajar en un barco carguero requiere cierta flexibilidad y adaptabilidad. A diferencia de los cruceros, los horarios y rutas de los cargueros pueden cambiar en función de las necesidades de la carga. También hay que considerar que las instalaciones y servicios a bordo pueden ser más básicos que en un crucero tradicional. Sin embargo, para aquellos que buscan una forma auténtica y poco convencional de viajar por mar, los barcos cargueros ofrecen una experiencia inolvidable y única.