En Vietnam encontramos un pueblo que, a pesar de la prohibición de cazar serpientes de la especie King Cobra, existe toda una red de restaurantes en los que el aliciente y plato principal es precisamente la degustación de la carne de estos ofidios. Prácticamente la economía de toda la villa se asienta sobre la actividad ‘culinaria’ destinada a los miles de turistas que pasan por la zona, exclusivamente para llevarse a la boca un trozo de carne de serpiente.
Le Mat es conocida como ‘La Villa de las Serpientes’. Cuando los turistas se desplazan hasta este pueblo cercano a poco menos de 10 kilómetros al suroeste de Hanoi, la capital vietnamita, todo es tan fácil como dejarse acompañar por cualquiera de los empleados de los restaurantes de gastronomía insólita, que esperan en los lugares en que sueltan a los occidentales, para ofrecerles su establecimiento y la típica carne de serpiente.
Los más osados, además, acabarán tomando un shoot (chupito) de sangre de Cobra Real y vodka con el corazón latente del codiciado ofidio. Nada más llegar al restaurante, los turistas asisten a todo un espectáculo, que comienza con la elección de la serpiente, su sacrificio y la extracción de veneno, sangre y corazón.
Luego, los cocineros, prepararán el plato que hayamos elegido de la extensa carta de los restaurantes de ‘La Villa de las Serpientes’ y cada uno hará lo que pueda, porque no todos los estómagos occidentales están preparados para superar escrúpulos y probar lo que han pagado.
La carne de serpiente y los chupitos de sangre fresca y corazón de ofidio son considerados en la tradición oriental, como fuente de vigor y beneficios para la salud, en muchos casos infundados.