Desde luego, Bunyonyi no es ni mucho menos el lago más grande de Uganda. Si comparamos esta masa de agua con los grandes lagos de esta zona del continente negro, su importancia podría resultarnos relativa.
No obstante, la belleza exótica y deslumbrante de la naturaleza del sudoeste de este país, queda completamente condensada en la riqueza paisajística del Lago Bunyonyi, un nombre que podríamos traducir en algo así como ‘El Lago del lugar con muchas aves pequeñas’.
Podemos localizar este extraordinario enclave, situado a más de 1.900 metros sobre el nivel del mar, entre los pueblos de Kisoro y Kabale, casi en la frontera con Ruanda; ostentando el título casi mitológico del segundo lago más profundo de África.
De todos modos, la profundidad de sus aguas no han podido ser oficialmente certificados y la disparidad de cifras anda a caballo entres quienes afirman haber constatado casi 45 metros y quienes llegan a asegurar que las aguas del Bunyonyi se establecen sobre una depresión de casi un kilómetro.
Sea como fuere, en nada influye para modificar la belleza del paisaje, adornado por 29 preciosas islas, ideales para la práctica de deportes acuáticos, lo que unido a su encanto natural, convierten la zona en un destino turístico de primer orden.
Por supuesto, quien vaya a pasar unos días en este exótico destino debe ir preparado para gozar del avistamiento de algunas de las más de doscientas especies de pájaros y comprar algún recuerdo en el mercado de Rutindo, a donde acuden pequeñas embarcaciones típicas de la zona.