Durante el mes de octubre se celebra en Tailandia el final de la cuaresma budista (buddisht lent). Diversas comunidades se apresuran a organizar este festival que cuenta con numerosos actos que atraen a miles de turistas, entre ellos las carreras de barcas y el desfile de botes iluminados por el Mekong, la procesión de las carrozas gigantes de cera o el espectáculo de las misteriosas bolas de fuego de Naga.
Platillos de arroz cocido, bambú y hojas de plátano son preparados, tanto para las mesas de esos días como para las ofrendas realizadas en honor del término del período de Vassa, la época de lluvia en que los monjes permanecen en retiro, meditación y oración. Ahora los habitantes de la región, ofrecen a los monjes alimentos y flores y ellos vuelven a su peregrinaje.
Las competiciones de botes enfrentan a los equipos que surcan las aguas del Mekong y, por la noche, los barcos son iluminados para procesionar por las mismas aguas que, durante este momento del año y coincidiendo con el Festival Budista de Lent, ‘escupen’ bolas de fuego hacia el cielo. Las bolas de fuego de Naga se contemplan desde hace milenios, pero nadie ha dado aún con una explicación oficial, aunque se maneja la posibilidad de que sean gases que se escapan de la fermentación de ciertas algas. Lo cierto es que el espectáculo está garantizado.
Igual de espectacular resulta el desfile de carrozas con gigantescas figuras esculpidas en cera. Una fantástica exhibición de la destreza de los escultores.
