Nada más y nada menos que 200 años llevan con esta tradición los habitantes de Brockworth, un pueblo del condado británico de Gloucestershire. Es el Cheese Rolling o la Fiesta del Queso Rodante y que se celebra el último lunes de cada mes de mayo de las últimas dos centurias.
No creáis que hablamos de un queso cualquiera, que para resistir colina abajo, perseguido por la furia arrolladora y desbordada de los desaforados lugareños. Nos referimos al Double Gloucester, una variedad de queso duro y no pasteurizado, que se fabrica desde los albores del siglo XVI.
El ejemplar que rueda por la colina de Cooper recibe el calificativo de ‘double’ por su tamaño, ya que el rollizo queso pesa alrededor de los 9 kilogramos y ese es, precisamente, el premio que se lleva quien consigue alcanzarlo.
Competidores hay para esta fiesta insólita, desde luego. Medio pueblo se prepara ese día, subiendo primero la empinada colina a pie. Luego, una vez arriba, cuando dan la señal de salida, se lanza el double gloucester, que corre que se las pela rodando Cooper abajo. Pero si bastante rueda el queso, ni os podéis imaginar cómo ruedan los mozos por lo escarpado del terreno. De hecho, la competición siempre necesita de varias intervenciones de las ambulancias de guardia que vigilan el evento.
De todos modos, no sólo los participantes resultan lesionados, en alguna ocasión ha sucedido que el obeso queso, que llega a pasar de los 110 kms/hora, ha alcanzado a algún espectador y lo ha dejado bien magullado. Aún así, la Fiesta del Queso Rodante cada vez cuenta con más público, que llegan de todos los lugares para contemplar la singular competición.
