En Panamá hay una isla que es considerada como la “Galápagos” de América Central porque tiene una buena cantidad de especies de flora y fauna tanto en el mar como en tierra. Este lugar es la isla de Coiba, que es la más grande de esta parte del continente, y en la que se encuentra el Parque Marítimo del mismo nombre, incluyendo 37 islas e islotes de los alrededores.
Este parque está en un sitio remoto que es lo que ha permitido que su naturaleza se mantenga en un estado intacto y que sea el tesoro que es en la actualidad, y por esto llegar allí es toda una travesía. La forma más fácil de viajar hasta él es tomando un bote desde la ciudad de Santa Catalina en un recorrido que toma una hora o desde Boca Chica, en uno de dos.
Entre los años 1919 y 2004 el Parque Marino Nacional Coiba fue un sitio de reclusión en el que se ponían a los prisioneros políticos y a algunos de los criminales más peligrosos de todo el país. Ya después, el gobierno tomó la decisión de cerrar la cárcel y convertirla en el parque marino más grande de América Central, y en poco tiempo hasta ha llegado a ser proclamado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Este parque está ubicado en el Océano Pacífico y su isla principal tiene más de 50.000 hectáreas de extensión, y en él se incluyen otras como Jicarita, Afuerita, Brincaco, Coibita, Jicarón, Canal de Afuera, Pájaros y Uva, entre algunas otras. En todas estas islas hay más de 240 kilómetros de costas que están en un estado natural, por lo que son casi sacadas de una fotografía postal.
Un gran porcentaje de la isla de mayor tamaño está cubierto por vegetación endémica, incluyendo algunos manglares, y hasta sus playas llegan tres especies diferentes de tortugas marinas. Allí viven más de 36 especies de mamíferos, 147 de aves y 39 de reptiles y anfibios, además de una gran cantidad de especies marinas como el tiburón tigre y el tiburón ballena.
Fotografías de Seibert, Wilko1328, LASZLO ILYES, Zach.