Fukushima

La ciudad japonesa continúa hoy, dos años después de uno de los mayores desastres nucleares de la historia, al nivel de lo ocurrido en Chernóbil, intentando controlar las devastadoras consecuencias que un tsunami provocó sobre el reactor de la central nuclear de Fukushima.

La ciudad tuvo que ser desalojada y aún hoy, un grupo de operarios e investigadores se afanan por controlar el desastre, sin mucho éxito. De hecho, la central vierte al mar más de 300 toneladas diarias de aguas altamente radiactivas.

A pesar de este escalofriante hecho, suficiente para poner los pelos de punta a cualquiera, y al nivel de radiación al que sigue sometido la zona y que tardará décadas en desaparecer; se han filtrado los rumores de que ya se está organizando todo para montar un parque temático en Fukushima.

Fukushima

La intención de sacar rentabilidad de uno de los mayores desastres del siglo XXI, se disfraza bajo la apariencia de lugar pedagógico en el que informar in situ, sobre la magnitud de la catástrofe. Sin embargo, aún se desconoce el verdadero alcance de la tragedia y las consecuencias que el accidente de la central nuclear de Fukushima traerá a buena parte del planeta.

Lo cierto es que las aguas radiactivas siguen filtrándose al Océano Pacífico, una de las zonas donde más se pesca y cuyos productos se comen en el resto del mundo; ya ha se ha detectado un alga tremendamente radiactiva y peligrosa que ha alcanzado EE.UU.; y en esta zona de Japón se piensa en fomentar el morbo turístico sin miramientos.

Fotografías de NRCgov, Global2000, Mypouss, Jun Teramoto, jetalone.
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