Todos coinciden en afirmar que el Carnaval de Venecia es muy distinto a las demás celebraciones de este tipo que, durante estas fechas, acontencen por todas partes del mundo. Pero en la hermosa ciudad italiana todo es diferente y su carnaval no iba a ser menos.
Por lo pronto resulta ser uno de los más antiguos de Europa y encontramos indicios de su celebración allá por el siglo XI, si bien fue a partir del siglo XVII cuando alcanza todo su esplendor. A esa notoria añada tenemos que sumar la elegancia y riqueza de sus vestiduras.
Y es que el carnaval veneciano nació como una excusa para que la nobleza se mezclara con la “canalla”, sin miedo a ser reconocidos, pero claro no renunciaron a sus carísimos trajes si bien pusieron todo su empeño en ocultar sus rostros con la “batua”, la famosísima máscara blanca. Además se cubrían con la típica capa negra, llamada “tabarro”.
Por entonces, la fiesta duraba seis meses y todo estaba permitido. Venecia se convertía en el escenario de inacabables bailes, burlas a las autoridades y al poder y bacanales de amor libertino… hasta que llegó Napoleón Bonaparte y prohibió cualquier tipo de expresión carnavalesca.
Fue en el año 1797 y con ello el estratega eliminaba posibilidades de emboscadas y ataques por sorpresa de enemigos enmascarados. Desde entonces las celebraciones no volvieron oficialmente hasta 1979, si bien nunca llegaron a desaparecer.
Este año los preámbulos ya han comenzado, si bien la semana grande llega de la mano del 28 de febrero. Encontrar un sitio en la ciudad de los canales durante estas fechas resulta prácticamente imposible, ya que es el momento de mayor afluencia turística. Así que te deseamos suerte en tu búsqueda y te facilitamos las cosas ofreciéndote la página oficial de la ciudad de Venecia.