El Balcón de la Casa de Julieta, en Verona, ha sido catalogado como el lugar más romántico del mundo. Este es uno de los puntos del planeta bajo el que se oyen más suspiros de eternos y sufridores enamorados empedernidos.
El genio británico de la escena, Williams Shakespeare, puso su ojito en la familia Capello, para más datos dueña del famoso palazzo italiano del siglo XIV. Con ellos como inspiración se dispuso a configurar la estirpe de los Capuleto, apellido de la virginal y dulce enamorada por antonomasia: la cándida Julieta.
Su familia, esos dueños del famoso balcón vernonés, eran enemigos acérrimos de la casta de los Montesco, a la cual pertenecía el apolíneo y varonil Romeo, objeto de los suspiros de la sufrida Julieta en el balconcillo de su casa de Verona. Todo esto, claro está, según la poderosa tragedia shakesperiana del siglo XVI.
Aunque realmente ahí nunca residió Julieta, ni Romeo se agarró a sus trenzas cual lánguida Rapunzel, lo cierto es que el tiempo ha ido acrecentando la reputación del lugar y casi se ha convertido en un lugar de peregrinaje para enamorados de todos los lugares, que llegan hasta la casa de Julieta y pegan en su fachada, a ser posible bajo su balcón, notas en las que se juran amor eterno.
De este modo, las paredes del Balcón de la Casa de Julieta, en Verona, están plagadas de post-its de enamorados. Los sagaces gobernantes veroneses vieron en este hecho una posibilidad de negocio y ahora alquilan el balcón por un precio entre los 600 y los 1000 euros, para que quien lo desee pueda sellar sus votos matrimoniales en tan romántico lugar.
Fotografías de Testus, Jenli, MM y Jkk.
Licencia en Creative Commons o Public Domain.