Durante esta semana la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) permanecerá reunida en Kenya para decidir los nuevos tesoros que pasarán a formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
29 países han presentado candidatura para que sus bienes sean incluidos en una lista que garantiza la conservación, difusión y preservación de sus riquezas inmateriales. La dieta mediterránea, las gastronomías mexicana y francesa, los castells catalanes o el flamenco son algunas de las manifestaciones culturales que engrosan la lista de candidaturas.
Esta lista contiene elementos culturales considerados esenciales para el fundamento de la cultura humana y el crecimiento creativo de la persona. Por un lado se presentan manifestaciones que reportan beneficios innegables al hombre y por otra parte tradiciones y expresiones en peligro de desaparición.
A diferencia del Patrimonio de la Humanidad (preocupado por la conservación de obras, espacios y edificios), el Patrimonio Intangible cuenta con el cerebro humano como continente de ciertos elementos de la sabiduría popular y la tradición de los pueblos.
La belleza, los beneficios para la salud, la dificultad de la ejecución, la singularidad de la tradición… acaban siendo bazas imprescindibles para poder ingresar en un inventario que garantiza la difusión y la preservación de un capital abstracto y delicado que, del imaginario popular, pasa a la más exquisita realidad a través del buen hacer del ser humano.
A lo largo de la semana realizaremos un recorrido por algunas de estas manifestaciones maravillosas que sin lugar a dudas merecen sen preservadas.