Estonia, en el norte de Europa y en la región báltica del continente, es un país que tiene varios rincones llenos de historia y de naturaleza que son buenos para descubrir por los turistas que quieren ir más allá de las grandes ciudades. Uno de estos sitios es la población de Võru, que está en el condado del mismo nombre, en el suroriente del país.
Llegar a esta ciudad es muy fácil ya que unos quince autobuses salen diariamente desde Talín, capital del país, hasta allí en un viaje que tiene una duración de unas cuatro horas y cuesta alrededor de doce euros. Una de las características principales de este sitio es su cultura, ya que los locales mantienen su idioma nativo, aunque también pueden hablar estonio y hasta un poco de ruso e inglés.
La ciudad de Võru le da mucha importancia a su naturaleza y es por esto que sus parques y zonas verdes se mantienen en un buen estado, entre los que recomiendo visitar el F.R. Kreutzwald, que está en el centro de la ciudad y tiene cascadas, zonas infantiles y una buena cantidad de árboles, siendo uno de los sitios favoritos para las tardes de los locales.
Aunque hay unos 200 lagos en los alrededores de la ciudad, en ella sólo hay uno, que es el Tamula, y que llega hasta el centro de la ciudad, siendo uno de los símbolos locales. En sus orillas hay un camino que es muy bueno para correr y hacer caminatas relajantes, además de que su playa es una de las preferidas cuando empieza a hacer calor y es posible recorrerlo en embarcaciones pequeñas.
También aconsejo recorrer sus calles, en donde se pueden ver edificaciones en donde domina el color verde, que es el de su escudo, así como iglesias y centros culturales en donde se realizan presentaciones de teatro, de danza y conciertos; así como los bosques de los alrededores, que en todas las estaciones mantienen su belleza.
Fotografías de Vaido Otsar, Kippi70, Marcus Vegas, martiniglistens.