Ese fue el primer nombre que ostentó esta maravilla natural de Wyoming: El lago hirviente. Así se refirieron a este fenómeno natural los primeros exploradores del Parque Nacional de Yellowstone, aventureros europeos y cazadores de la compañía de pieles American Fur en la primera mitad del siglo XIX.
Por aquel entonces estos peleteros hablaron del “lago hirviente”, en lo que probablemente ya sería la Gran Fuente Prismática de la franja del Midway Geyser. 30 años más tarde, otra expedición descubría el geyser Excelsior, muy cerca de la poza. Ya no cabía duda.
La Grand Prismatic Spring es en realidad la tercera mayor fuente termal de todo el planeta y quizá una de las más espectaculares del mundo, gracias a la insólita belleza que presenta el colorido extremo de sus aguas.
Con casi 7,5 kilómetros cuadrados, la fuente termal de Midway debe su coloración a la actividad bacteriana que se desarrolla gracias a la peculiaridad de la composición química de sus aguas y la temperatura que alcanza en algunos puntos. La acción y reacción de esa biopelícula de bacterias termófilas ha sido sometida a fuertes medidas de seguridad y a una importante campaña de concienciación pública que impida que se arroje basura en sus inmediaciones.
Y es que si bien la maravillosa espectacularidad de entorno atrae a los amantes de la naturaleza más salvaje, grupos de bárbaros (salvajes en un sentido muy distinto) ponen en peligro la conservación de este importante legado milenario, temperamental y agreste.